Como era chiquitito hasta tener una edad ; mis miedos al espejo no aparecieron, en cuanto mi talla me lo permitió pude acercar mi cara a su superficie y ver en su interior, cuando me enjuagaba la cara con la cabeza gacha pensaba que al izarla quizás viera una aparición pero es verdad que por las mañanas no son horas de miedos infundados ni de mundos paralelos.
Pero por la noche pasado los años a las horas tardías en las cuales me acostaba y en las que la única alma despierta en edificio era la mía; mi imaginación se desbocaba; me frotaba los dientes con energía procurando desenfocar la visión; por miedo quizás a ver cambiar el color de mis ojos o aparecer una sonrisa maléfica en la esquina de mi labio entre los resto de la pasta de dientes o ver quizás la huella de un brisa en la cortina de la ducha o que simplemente que se apagara la luz de ese lado, del otro lado.
Dice la física cuántica que hay hasta seis dimensiones, de hecho ya se utilizan sistema de encriptación que envían mensajes de un espacio a otro sin dejar huella pero claro al menos que consigamos que un átomo tenga consciencia difícilmente podremos visionar por ahora dichas dimensiones.
Ah!!! amigo pero no nos olvidemos de los espejos, parecen superficies que simplemente reflejan lo que se ve pero hay algunos que van mas allá. Formo parte de la generación o del pueblo del Aisha Kandisha un "djinn" que aterrorizaba a los niños marroquí, es mas o menos lo equivalente al hombre del saco o el saca mantecas español que tiene también su reflejo en la presencia en el armario algo ya habitual en el miedo infantil gracias a Stephen King y las películas americanas al uso.
Últimamente debido a la influencia nipona en el cine de terror hace acto de presencia el espejo y su universo paralelo, presencias, movimientos, cambios o matices en la luz que se suponen muestran.
Es verdad y a todos nos ha pasado que después de una noche agitada la imagen reflejada no parece ser la nuestra, esas ojeras no son mías por favor!!!! pasado los años no queremos tampoco reconocer esas grietas en la comisura de los labios, pero ese es otro miedo, mucho mas real, es el miedo a la decrepitud.
No a mi el miedo me lo sigue dando el espejo a las tantas de la madrugada, cuando nadie te puede oír ni ayudar, cuando por mucho que sea inexplicable sientes que no estas solo en esa habitación, los pelos de la nuca se erizan sin razón alguna, la carne de gallina aparece de repente como si la temperatura cambiase de sopetón, algo pasa y tu no lo ves, lo intuyes pero tu cerebro lo rechaza, te miras la pupilas para ver si la vida que refleja es la tuya y luego cometes el error.
Acercas tu cara al espejo para ver si lo que hay es lo mismo que de tu lado, para ver esos ángulos que nunca miras, si el tacto de su superficie fría forma parte del otro lado, arriesgándote a ser absorbido y desaparecer de este lado.
Todas estas reflexiones pueden parecer majaderías y los son quizás, pero no deja de extrañarme la firme creencia de que los miedos a lo inexplicable anida en todo ser humano sea cual sea su capacidad intelectual. Veamos todos hemos tenido alguna vez una conversación sobre estos temas y en ellos se denota un respeto mas o menos profundo antes ese puede ser!!!
Se puede achacar a residuos de miedos infantiles, sumado a la herencia de una imaginación desembocada en la adolescencia, potenciada por películas tipo Poltergeist o la casa de Amityville, luego esta el miedo al diablo y sus secuaces ya en adultos; eso explicaría el éxito que tuvo el Exorcista entre gente hecha y derecha que convirtió dicha película en un tótem, en algo de lo que mejor no hablar por que vete a saber...... y ahora en que la crisis causa un pavor muy reconocido aparece el mundo espiritual de los añorados y protectores desaparecidos que permanecen cual ángeles de la guardia, solo visionados he interpretados por videntes televisivos.
Vaya ahora resulta que la otra dimensión es de los que se fueron pero siguen ahí; padres, abuelos, tíos o el vecino del quinto que era como de la familia y que nos protegen de los avatares de este lado, dejándonos supongo algo de intimidad ¿verdad?, por que cuando estas en pleno coito con tu pareja o con la viuda del vecino del quinto o sencillamente en ese sublime acto que es defecar; no estarán ahí digo yo!!! apoyándote mientras se tapan la nariz ¿ no? o vaya usted a saber......
En todo caso si jamás desaparezco sin dejar huella; por favor miren dentro del espejo, de mi espejo..... y si me ven por fi... échenme una mano para volver de este lado si no.... si no prometo hacerles la vida agónica desde el otro lado......
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